Terminó la batalla (no la guerra). Ganó el cártel tóxico, perdimos todos. La Ministra de Sanidad demostró de nuevo su torpeza (otra vez); su jefe, la falta de consistencia.
y publicidad
Pero, ¿De qué ley estamos hablando?, ¿alguien recuerda el nombre de la Ley?
Nombre de la Ley: Ley de Medidas Sanitarias para la Protección de la Salud y la Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas por Menores.
Como el término "menores" aparece en último lugar parece secundario, ¿verdad?.
Por una vez el cártel tóxico dejó la publicidad a un lado y encargó a sus empresas de marketing y publicidad una buena campaña de acoso y derribo de una ley que les iba a hacer daño.
Algunas fases de la campaña:
- Dejar de hablar del botellón. Cuando, al principio, se pensó que la ley se iba a centrar en el botellón, todos estaban de acuerdo: No al botellón. Había que proteger el negocio de los principales camellos y trapicheantes. Ya lo denunciamos aquí. Cuando se vio que la ley también iba contra los excesos de la publicidad, había que cortar cualquier línea de empatía con la ley y sus propósitos.
- Dejar de hablar de los jóvenes como principales destinatarios de la ley. Con ello se consiguió desviar la atención y apuntar la crítica social a un Estado excesivamente regulador de las conductas de sus ciudadanos.
- Implicar en la campaña de acoso y derribo a los medios de comunicación. Era la hora de exigirles que se mojaran, dados los enormes ingresos publicitarios que les proporcionan. Lo hicieron:
- Identificar libertad publicitaria con libertad de prensa. Con ello se consiguió identificar el proyecto de Ley con la censura y la represión en una sociedad democrática. ¡Hasta ahí íbamos a llegar!
- Dar protagonismo al sector vitivinícola. Con ello se consiguió evitar la diana central de la ley -las bebidas de alta graduación alcohólica- dando protagonismo a un sector con fuerte presencia en la economía y la cultura española. Los jóvenes no consumen crianzas ni reserva, sólo Don Simón para el Kalimocho. ¿Alguien lo duda?
- Hacer del tema un arma política arrojadiza. Una vez hecho el trabajo de los puntos anteriores, se dejó el paso a la acorazada política del Señor No, D. Mariano Rajoy. Mirando de reojo a lo importante, el rédito electoral, tenía que dar la estocada: "al día siguiente de llegar al poder retiro la ley".
- Mereció la pena la fuerte inversión de la campaña.
- Tenemos unos magníficos creativos en el arte de la manipulación. ¿Qué falta hace la censura y el control?.
- DYK une mucho, y tanto. Ellos y los amigotes de Eristoff se frotan las manos, ahora que pueden salir del escondrijo en el que han estado estas semanas.
Para ilustrar el paso 3 de la campaña aquí tienes el anuncio de la Asociación de Editores de Diarios Españoles. Lo estuvieron difundiendo durante varias semanas del mes de enero todos los diarios y emisoras de radio (ignoro si también la TV) .
Resulta ser un buen ejemplo de mensaje cínico disfrazado de fervor por los jóvenes y defensa de la libertad de expresión. De risa.
Más información:
La OCU "lamenta" la retirada del proyecto de ley.
Hola! Me he encontrado con tu blog y me ha parecido muy interesante. Te he añadido a mis enlaces.
ResponderEliminarSaludos aus Wien
Supongo que los editores defenderán también la publicidad de la prostitución argumentando que es un ejercicio de libre publicidad. Si se ponen así propondría anuncios de asesinos, violadores, caníbales, descuartizadores, todos profesionales liberales que ofrecen sus servicios y que no podríamos prohibir ya que la libertad está por encima de todo. Me da auténtico asco todo esto.
ResponderEliminarP.D. No me dejaba publicar el comentario, y veo un psot nuevo, voy a él.
Un abrazo.
Paco Bernal: Envidia me das desde esa hermosa y decadente Viena. De la mano de Magris me bajé por el Danubio un verano. Te visitaré de vez en cuando para quitarme la boina.
ResponderEliminarUn saludo
Juanjo, cabrón, me estás levantando futuros post, jaja. Me encanta la lógica del absurdo y ando preparando algunos post en la línea que comentas. Ya los verás. Un abrazo desde las antípodas que me has descubierto con tu post(para que no me pises, jaja)
Un abrazo.
Un estupendo análisis, Ángel. Me quito el sombrero. La ex ministra de Sanidad no me caía nada simpática por su empeño en mezclar menores y mayores de edad en el tema del cannabis, pero la Ley del vino me parecía plenamente justificada. De igual modo, cuando Burger King incumplió su compromiso de no anunciar superhamburguesas (que podría no haber firmado), el mismo coro mediático que arremetió contra esta ley como un elefante en una chacharrería presentó ese asunto como "la prohibición de las hamburguesas". El nivel del discurso periodístico (por llamarlo de alguna forma) de nuestro país es como para echarse a llorar.
ResponderEliminarddaa: Voy hacia atrás, como los cangrejos. Acabo de dejar dos comentarios a los tuyos en dos posts muy posteriores. Creo que ambos hemos dejado bastante matizada nuestra posición, muy coincidente en lo fundamental.
ResponderEliminarHe de decirte que, conociendo tu posición sobre el tema de las drogas, tu comentario me agrada especialmente por una razón: Cuando escribo posts como éste me pongo a mí mismo en vigilancia para evitar la sospecha de estar moralizando o cayendo en un afán regulador o intervencionista en la libertad de los ciudadanos.
Soy profesor de Historia y conozco suficientes ejemplos de liberticidas bienintencionados.
Sin embargo, vivimos una época en la que el relativismo postmoderno impone desde su escepticismo un pensamiento débil, sumido en la parálisis de la perplejidad por no atreverse a asumir que en cuestión de principios, valores y "verdades", siempre existe una jerarquía.
Pocos se paran a pensar en lo bien que se avienen estos principios con los disfraces que asume la publicidad para envolver sus intereses.