En El País de hoy se vuelve a tratar el tema de los jóvenes y el alcohol y, como veréis, no hay ninguna alusión a la fuerte toxicidad de las técnicas de marketing y publicidad analizadas en anteriores entregas de este blog (Hablemos de las drogas legales, Oscuros propósitos, Objetos sexuales, El juego sucio de Eristoff y los adolescentes, Los amigotes de Eristoff). A no ser que alguien, malinterpretando arteramente lo que aquí se defiende, quiera incluirnos en el apartado "Medidas prohibitivas, en general" de la encuesta.
Por eso tengo que explicarme un poco. Siento que mis conclusiones sean casi tan largas como la noticia. Perdón, lectores que llegáis hasta aquí.
Algunas conclusiones propias sobre la noticia:
1. Los adolescentes, el sector más influenciable, son de todos los jóvenes los que más beben, tanto altas como bajas graduaciones.
2. Las medidas prohibitivas a las que se dirige el anteproyecto del Ministerio de Sanidad parecen las más ineficaces de todas.
3. Los Cerveceros de España, financiadores de esta encuesta, y el Ministerio de Sanidad coinciden en algo fundamental: ninguno se atreven a mentar a la bicha del problema: la publicidad y el marketing, ese Dios al que todos se rinden.
4. Si nos atendemos a los datos, los jóvenes tienen razones nada despreciables: en el "botellón" es donde se bebe más los alcoholes de baja graduación. "Y además sabemos lo que bebemos y a un buen precio", añadirían mis alumnos.
5. Al final, cerveceros y Ministerio de Industria, una extraña pareja, encuentran sin más consideraciones a los culpables de siempre: la familia y la escuela. Qué bien, qué fácil.
6. Si nos atenemos a lo que se dice al final del artículo, los jóvenes se acercan más a lo que quema: "la responsabilidad está en los "problemas psicosociales"", dice el 61%. Sólo les falta ver quién y cómo maneja esos problemas (inseguridad, timidez, deseos de libertad, reconocimiento y aceptación, etc.) para manipulares y llevarles al consumo.
7. Me reafirmo en que la mejor "formación de valores en la escuela" reside no en convertirnos en predicadores de nuestros alumnos, sino en darles armas críticas para que desmonten sin piedad el cinismo manipulador de la publicidad y sus cómplices. Empresa nada fácil, dado el nivel de contaminación mental. Es lo que pretendemos con la alfabetización audiovisual en este blog.
8. ¿Hay que prohibir o limitar algo?. Pues sí, sin duda: las campañas de marketing y la publicidad que llenan de adherencias tóxicas las mentes, carpetas, camisetas y mochilas de nuestras aulas, consiguiendo que el adolescente que bebe sea visto como un enrollao y el que no, poco menos que como un pringao, un antiguo o un niñín de mamá. Si el alcohol es una droga, seamos consecuentes: no la prohibamos, pero frenemos su promoción tóxica.
9. Entiendo, en suma, que "educar en valores" a nuestros jóvenes es enseñarles a cuestionar la hipocresía de los mayores, padres y autoridades, y el manejo interesado de sus intereses por los que sólo buscan hacer de ellos consumidores pasivos y acríticos. Sin esto, cualquier medida prohibicionista sólo conseguirá lo que la histórica e histérica "Ley Seca" americana: mitificación de lo prohibido y mafias chantajistas.
10. Y, por lo tanto, sería para mí un logro no pequeño que se atrevieran a denunciar a un Ministerio de Sanidad que no se atreve a identificar el alcohol como lo que es, una droga; que señala como culpables a los de siempre, padres y escuela; y que sólo se atreve a prohibir con contundencia lo que menos perjudica a los que venden y trafican: el consumo en la calle.
Jóvenes entre vinos, cervezas y whiskies
Un estudio dice que la mitad ve ineficaces los vetos, y el 77% pide normas según los grados
PABLO X. DE SANDOVAL - Madrid
Tres de cada cuatro personas consultadas en una encuesta reciente opinan que las leyes sobre consumo de alcohol deben diferenciar entre un vino y un gin-tonic y la mitad de los jóvenes considera que las prohibiciones no son eficaces en la lucha contra el consumo de alcohol. Los datos provienen de los estudios de mercado de Cerveceros de España, pero la empresa que hace estos estudios ha puesto la lupa sobre la opinión acerca de las medidas contra el abuso de alcohol, en un momento en que el Ministerio de Sanidad prepara nueva legislación sobre el tema.
La encuesta es una iniciativa de la empresa Quota Research, aprovechando que realiza cada dos años los estudios de mercado del sector cervecero en España. Los datos coinciden con los del Plan Nacional sobre Drogas en cuanto al consumo. Un 77% de los encuestados de todas las edades ha tomado bebidas alcohólicas en el último mes. Entre los menores (de 15 a 18 años), el porcentaje es del 68%, confirmando un problema del cual, como dijo la ministra Elena Salgado, "las consecuencias todavía las desconocemos". Con los últimos indicadores, el Ministerio de Sanidad prepara un anteproyecto, del que ya ha sido informado el Consejo de Ministros, para reprimir el consumo de alcohol por parte de menores. La futura ley generalizará la prohibición de comprar alcohol después de las diez de la noche y hará responsables a los padres si un menor es sorprendido bebiendo en la calle. Vender alcohol a menores, según dónde se haga, será multado con entre 10.000 y 600.000 euros. Pero, ¿será lo mismo una cerveza que una copa? Preguntada fuera de contexto el lunes pasado en el Senado, la ministra Salgado no dudó un instante: "Cuando se trata de menores, lo que importa es la presencia de alcohol en la bebida, no los grados". El estudio de Quota Research revela que el 77% de los encuestados opina que "las medidas legislativas anti-alcohol deberían diferenciar las bebidas según su graduación alcohólica". Entre los resultados del estudio destaca que el 56% de los menores de edad que beben, lo hace en la calle (botellón). Entre los menores, un 27% declara tomar destilados de alta graduación, un 16% cerveza y un 14% vino (el 43% restante no hace botellón). Y el 52% de los menores de 30 años opina que las medidas prohibitivas del consumo de alcohol no son eficaces, frente al 35% que pensaba lo mismo en 2003. Entonces, ¿qué medidas funcionan? Sobre todo, según el 89% de los jóvenes, el "ejemplo de los padres y personas mayores". Por detrás, aparecen la "educación en la familia" (88%), el "diálogo con los hijos" (87%), la "formación en valores en la escuela" (82%), la "promoción de actividades de ocio" (70%). Hasta las "campañas publicitarias de sensibilización" (con un 70%) están mejor consideradas por ellos que las prohibiciones. Y, ¿por qué beben? El 61% dice estar de acuerdo en que la responsabilidad está en los "problemas psicosociales".
También yo fotocopié esta información (por el contenido matemático, claro) así como la del día siguiente en El Mundo sobre el tabaco. En este caso, además del (quiero creer) error de imprenta al poner el 32% en la zona oscura que supone el 68% y viceversa, me llamó la atención que, en un primer vistazo a los gráficos (sin leer el texto), uno no sabe si en los "Menores de 30 años" y en los "Menores de edad" están incluidos los niños de 4 o 5 años, lo que explicaría ese porcentaje del 23%. Es al leer el texto cuando se sabe que solo cuentan los mayores de 15, con lo que "Menores de 30" se transforma en "Entre 15 y 30" y "Menores de edad" en "Entre 15 y 18".
ResponderEliminarUna vez aclarado esto, se echa en falta un mayor descuartizamiento de los datos, como los mismos resultados para los jóvenes "entre 18 y 30", por ejemplo, ya que, si los menores de 18 hacen un 32%, ¿qué porcentaje de los mayores de 18 beben para que, en conjunto, supongan un 23%? ¿Eso no sería también un problema?
Por no hablar de lo evidente: En teoría los menores de 18 no pueden beber, así como los comerciantes no pueden venderles la bebida. Con esto, un 68% reconoce que bebe. Un resultado bastante interesante de nuestra sociedad.
Gracias Da-beat por tu interesante complemento al post. Lo echaba de menos. Ya hice uno sobre la presentación de los datos sobre difusión de prensa. Es el titulado "Medias verdades son medias mentiras (como mínimo). Te gustará.
ResponderEliminarUn abrazo. Ángel
Sí, lo leí y me encantó, como era de esperar. Ya sabes que los resultados del EGM son uno de los inventos de esta sociedad que más me gustan. No sé hacia dónde se dirigiría el mundo sin ellos (y me refiero al mundo de verdad, no al periódico... bueno, también al periódico)
ResponderEliminarLos resultados del EGM son para mi como un Madrid-Barça para los aficionados al fútbol, por así decirlo.
Gracias da-beat por tus comentarios. Espero verte el lunes. Y, si no, nos seguiremos mirando virtualmente.
ResponderEliminarBuen año. Ángel.
Estoy muy de acuerdo en la importancia de controlar la publicidad. Si se invierte tanto dinero en ella es porque es eficaz, y con los adolescentes más. Por otra parte, cada vez se acumulan más datos sobre la ineficacia de los programas dirigidos a la prevención del consumo que se basan en fomentar la toma de decisiones, proporcionar información sobre consecuencias, etc.
ResponderEliminarVéase
West, L. y O'Neal, K. K. (2004). Project D.A.R.E. Outcome Effectiveness Revisited. American Journal of Public Health, 94, 1027 - 1029
Gracias Alfredo por la visita. Este post se escribió hace un año y pensaba que había caído en el pozo del olvido. También hay quien discute el efecto de la publicidad, a la que la realidad le responde con datos objetivos: si se invierte tanto dinero el ella, por algo será.
ResponderEliminarUn saludo.