Cuando las informaciones vienen acompañadas de gráficos y estadísticas, el lector de prensa, y aún más el espectador de TV, tiende a bajar la guardia crítica y asumir la información como demostrada poco menos que científicamente. Craso error. Veamos un ejemplo de la semana pasada.
¿Quién dice la verdad?, ¿quién miente?.
Aparte de la obsesión de El Mundo con el ABC, que ya conoces por anteriores post, los dos parece que están diciendo lo mismo. "Más sube" parece similar a "más crece".
Tiene uno que mirar con más detalle para detectar que ambos titulares son medias verdades y, por lo mismo, medias mentiras.
Veámoslo con un poco de detalle. Primero El País. En el interior de la noticia, que puedes consultar en la imagen siguiente, se dice:
- Sobre El País: "crecimiento de 88.000 respecto a la oleada anterior (4,5% más)"
- Sobre El Mundo: "ha crecido respecto a la oleada anterior 69.000 lectores"
No miente, sólo escamotea el porcentaje de crecimiento de El Mundo, que es precisamente el 5,4%, casi un punto más que El País.
El Mundo, por su parte, resalta ese dato y obliga al lector a tirar de lápiz o calculadora para obtener la cifra que resalta El País. Hay algo más, si te fijas bien en el gráfico: para acercarse más a su rival reducen las barras de sus datos. No falsea el gráfico porque la continuidad se interrumpe para señalar que ha habido un acortamiento. Pero en eso sólo se fija el lector que sabe mirar críticamente.
Muy curioso, ¿verdad?. Al final resulta que uno se está refiriendo al crecimiento absoluto (números) y el otro al crecimiento relativo (porcentajes) de sus respectivos diarios.
En los días siguientes El País se daba bombo a toda página con el siguiente gráfico. Esto es ya publicidad, no información, y se permite por ello algunas maldades más. Fíjate bien en los lapiceros antes de seguir.
No habrás tardado en darte cuenta en cómo el único lapicero con marca propia es el de El País. El de El Mundo viene representado por un lápiz barato, ligeramente mordido y sin goma. La goma sirve para borrar, para rectificar algo que se ha escrito antes. Está clara la opinión sobre el rival, ¿verdad?.
Todavía podríamos ver en la goma de ABC el color magenta cardenalicio, en alusión a su querencia eclesial. Y sobre La Razón, el simple hecho de quedar representada en un residuo de lapicero parece suficiente como simbólico desprecio.
POSDATA del 23 diciembre 06
Leo en El País de hoy el magnífico artículo de Timothy Garton Ash "Respetar a los creyentes, no las creencias" que es un viejo proverbio yiddish el que dice que "una media verdad es toda una mentira". Pienso lo mismo y compruebo que no soy el único. Por eso cambiaré ligeramente el título del post.
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