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La respuesta la tienes en este vídeo de la Campaña de Dove sobre la construcción del concepto de belleza.
"La civilización democrática se salvará únicamente si hace del lenguaje de la imagen una provocación a la reflexión crítica, no una invitación a la hipnosis". Umberto Eco: "Apocalípticos e integrados" (1985: 367)
En uno de sus apartados se dice lo siguiente:
¿POR QUÉ CREES QUE SE BEBE?
El consumo de alcohol es un «hábito» fuertemente arraigado y culturalmente aceptado por la mayoría de
los países occidentales.
De hecho, España es un importante productor, y por tanto consumidor de bebidas alcohólicas.
El alcohol mueve grandes intereses económicos. Si la industria de bebidas alcohólicas está dispuesta a pagar los altos costes de una campaña publicitaria es porque realmente le compensa.
Nos invade una publicidad que continuamente incita a consumir alcohol. Los publicistas saben que los anuncios deben atraer la atención y el interés, provocando el deseo y desencadenado la acción de compra.
En un anuncio nada se deja al azar. Analízalos críticamente, verás que los argumentos más utilizados son la:
· Popularidad
· Atracción sexual
· Madurez
· Juventud
· Sofisticación
· Diversión
· Placer
· Felicidad
Y se termina con la siguiente cita, que recoge perfectamente lo que decíamos ayer, aunque con un "en la medida de lo posible". Esperaremos a ver la ley.
(Carta Europea sobre el Alcohol. París,1995)
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Tres de cada cuatro personas consultadas en una encuesta reciente opinan que las leyes sobre consumo de alcohol deben diferenciar entre un vino y un gin-tonic y la mitad de los jóvenes considera que las prohibiciones no son eficaces en la lucha contra el consumo de alcohol. Los datos provienen de los estudios de mercado de Cerveceros de España, pero la empresa que hace estos estudios ha puesto la lupa sobre la opinión acerca de las medidas contra el abuso de alcohol, en un momento en que el Ministerio de Sanidad prepara nueva legislación sobre el tema.
La encuesta es una iniciativa de la empresa Quota Research, aprovechando que realiza cada dos años los estudios de mercado del sector cervecero en España. Los datos coinciden con los del Plan Nacional sobre Drogas en cuanto al consumo. Un 77% de los encuestados de todas las edades ha tomado bebidas alcohólicas en el último mes. Entre los menores (de 15 a 18 años), el porcentaje es del 68%, confirmando un problema del cual, como dijo la ministra Elena Salgado, "las consecuencias todavía las desconocemos". Con los últimos indicadores, el Ministerio de Sanidad prepara un anteproyecto, del que ya ha sido informado el Consejo de Ministros, para reprimir el consumo de alcohol por parte de menores. La futura ley generalizará la prohibición de comprar alcohol después de las diez de la noche y hará responsables a los padres si un menor es sorprendido bebiendo en la calle. Vender alcohol a menores, según dónde se haga, será multado con entre 10.000 y 600.000 euros. Pero, ¿será lo mismo una cerveza que una copa? Preguntada fuera de contexto el lunes pasado en el Senado, la ministra Salgado no dudó un instante: "Cuando se trata de menores, lo que importa es la presencia de alcohol en la bebida, no los grados". El estudio de Quota Research revela que el 77% de los encuestados opina que "las medidas legislativas anti-alcohol deberían diferenciar las bebidas según su graduación alcohólica". Entre los resultados del estudio destaca que el 56% de los menores de edad que beben, lo hace en la calle (botellón). Entre los menores, un 27% declara tomar destilados de alta graduación, un 16% cerveza y un 14% vino (el 43% restante no hace botellón). Y el 52% de los menores de 30 años opina que las medidas prohibitivas del consumo de alcohol no son eficaces, frente al 35% que pensaba lo mismo en 2003. Entonces, ¿qué medidas funcionan? Sobre todo, según el 89% de los jóvenes, el "ejemplo de los padres y personas mayores". Por detrás, aparecen la "educación en la familia" (88%), el "diálogo con los hijos" (87%), la "formación en valores en la escuela" (82%), la "promoción de actividades de ocio" (70%). Hasta las "campañas publicitarias de sensibilización" (con un 70%) están mejor consideradas por ellos que las prohibiciones. Y, ¿por qué beben? El 61% dice estar de acuerdo en que la responsabilidad está en los "problemas psicosociales".El efecto YouTube
MOISÉS NAÍM 26/12/2006
Un vídeo muestra a unas personas que recorren lentamente, en fila india, un camino cubierto de nieve. Se oye un disparo; la primera persona cae. Se oye una voz en off: "Les están matando como perros". Otro disparo, y cae otro cuerpo al suelo. Un soldado chino de uniforme vuelve a disparar su rifle. Un grupo de soldados examina los cuerpos caídos.
Estas imágenes las captó, en las cumbres del Himalaya, un miembro de una expedición alpinista que asegura que se topó por azar con la matanza. El vídeo se vio por primera vez en la televisión rumana, pero captó la atención mundial cuando se colocó en YouTube, la popular página web de vídeos compartidos. Los grupos de derechos humanos explicaron que los muertos eran un grupo de refugiados tibetanos en el que había monjes, mujeres y niños. Según el gobierno chino, los soldados habían disparado en defensa propia cuando alrededor de 70 refugiados les atacaron. El vídeo hace que cueste mucho aceptar esa explicación. El embajador estadounidense en China se apresuró a presentar una protesta formal por el trato dado por China a los refugiados.
Bienvenidos al efecto YouTube. Es el fenómeno que consiste en que diversos fragmentos de vídeo, a menudo producidos por personas que actúan por su cuenta, se difunden rápidamente y a todo el mundo gracias a páginas de vídeos compartidos como YouTube, Google Video y otras. Cada día se cuelgan 65.000 nuevos vídeos. En su mayoría son frívolos, producidos por y para los adolescentes que constituyen el grueso de los visitantes de la página. Pero hay algunos serios. En YouTube se ven vídeos realizados por terroristas, grupos de derechos humanos y soldados de Estados Unidos en Irak. Algunos muestran incidentes que tienen consecuencias políticas o documentan tendencias importantes, como el calentamiento global, la inmigración ilegal y la corrupción. Algunos vídeos revelan verdades. Otros difunden desinformaciones, propaganda y mentiras descaradas. Todos forman parte del efecto YouTube.
Hace quince años, el mundo se asombró ante el legendario "efecto CNN". Se creó la expectativa de que los ojos impasibles de las cámaras de televisión, fuera del alcance de los censores, iban a llevar más responsabilidad y transparencia a los gobiernos y el sistema internacional. Una expectativa que, en cierto sentido, quedó satisfecha.
Desde los primeros años noventa, hubo fraudes electorales que salieron a la luz cuando podían haber permanecido ocultos, revueltas democráticas que recibieron inyecciones de energía, hambrunas que se contuvieron y guerras que empezaron o terminaron gracias al efecto CNN. Ahora bien, el efecto YouTube va a ser todavía más intenso. Aunque la BBC, la CNN y otras cadenas internacionales de noticias cuentan con miles de periodistas profesionales, nunca serán tan omnipresentes como millones de personas con un teléfono móvil capaz de grabar una escena en vídeo. Gracias a su ubicuidad, el mundo pudo presenciar una matanza en un paso de montaña a 6.000 metros de altura.
Este fenómeno se amplifica gracias a una doble cámara de eco. El primer eco se produce cuando las cadenas de televisión convencionales reproducen el vídeo colocado en la red. El segundo, cuando los instantes televisivos, incluso los más pasajeros, adquieren una presencia permanente gracias a los bloggers o a los activistas que los vuelven a distribuir en páginas web como YouTube. Los activistas están comprendiendo el poder que tienen, como testimonio insuperable, los vídeos producidos por particulares y difundidos a través de la red. Witness.org provee de cámaras de vídeo a personas en zonas de conflicto para que puedan grabar y denunciar las violaciones de los derechos humanos. Los organismos de vigilancia electoral graban elecciones. Hasta los terroristas islamistas se han adaptado a esta tendencia. Al Qaeda ha creado una unidad especial de producción de medios llamada Al Sahab (La Nube), que cuelga habitualmente sus vídeos en internet, con la esperanza justificada de que los grandes medios de comunicación y otras páginas web los reproduzcan.
El efecto YouTube ha tenido otras consecuencias ambiguas. Ahora resulta más difícil saber a quién creer. ¿Cómo sabemos que lo que vemos en un vídeo colocado por un "ciudadano periodista" no es un montaje? ¿Cómo estamos seguros, por ejemplo, de que el vídeo aparecido en YouTube de unos soldados estadounidenses aterrorizados, que lloraban por su vida mientras les disparaban, se rodó en Irak y no fue una escena preparada en otro lugar para manipular la opinión pública? Las más de 86.000 personas que lo vieron en los diez primeros días de su presencia en la red no lo sabrán jamás.
Los gobiernos ya están sintiendo las presiones del efecto YouTube. El Ejército de Estados Unidos ordenó hace poco a sus soldados que dejaran de colgar vídeos en la red. El gobierno de Irán limita la velocidad de conexión para restringir la capacidad de sus ciudadanos de ver vídeos en internet. Estas medidas no han impedido la proliferación en la web de vídeos filmados por soldados estadounidenses en Irak ni que los iraníes habilidosos vean las imágenes que deseen. Y, aunque Pekín ha conseguido censurar eficazmente hasta ahora los contenidos que llegan a sus ciudadanos, todavía no ha sido capaz de evitar que aparezcan en la red cada vez más vídeos de rebeliones campesinas. A largo plazo, todos esos esfuerzos censores fracasarán.
En cuanto a fiarnos de lo que vemos en internet, lo bueno es que el efecto YouTube ya está creando una fuerte demanda de guías fiables: individuos, instituciones y tecnologías en los que podemos confiar para que nos ayuden a discernir las verdades de las mentiras. Es importante, porque la posibilidad de contrarrestar los inconvenientes del efecto YouTube nunca surgirá de la intervención oficial. Los mercados y la democracia son mucho más eficaces a la hora de filtrar lo bueno de lo malo en el confuso tsunami de vídeos que nos llegan a través de internet. Los millones de bloggers que se dedican sin cesar a observar, comprobar los datos y denunciar los errores son un ejemplo poderoso de lo que puede hacer "la sabiduría de las multitudes". Es cierto que los mercados y las democracias, muchas veces, fracasan o decepcionan. Pero la apertura que promueven estas fuerzas políticas y económicas cuenta hoy con una tecnología tan omnipresente como nosotros.
Diario El País, 26 diciembre 2006YOLANDA MONGE - Washington - 18/12/2006
Usted, sí usted. Ni el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ni el líder norcoreano Kim Jong Il. Para la revista estadounidense Time usted es la "Persona del Año". Tome en sus manos el próximo número de la publicación, a la venta en Estados Unidos a partir de hoy, y podrá ver su rostro reflejado en un espejo que es a la vez la pantalla de un ordenador personal.
"Literalmente refleja la idea de que usted, no nosotros, está transformando la era de la información", declara en un comunicado el subdirector Richard Stengel.
"Por tomar las riendas de los medios globales, por fundar y elaborar la nueva democracia digital, por trabajar por nada y por derrotar a los profesionales en su propio terreno, la Persona del Año 2006 es usted".
Time designa a la persona del año desde 1927 y la tradición se ha convertido en una fuente de especulación año tras año, así como de polémica por elecciones impopulares como la de Adolf Hitler en 1938 y la del Ayatolá Jomeini en 1979. Joseph Stalin lo fue en 1943.
Para Time, el objetivo era elegir "a la persona o personas que más repercutieron en las noticias y en nuestras vidas, para bien o para mal, y que representan lo más importante del año".
En 2005 la revista estadounidense eligió como personas del año y por ser "buenos samaritanos" al cantante Bono; el fundador de Microsoft, Bill Gates, y su esposa, Melinda.
En 2004 lo fue el presidente de EEUU George W. Bush. En 2003 el "honor" recayó en "el soldado americano".
Ayer, desde la revista se destacaba el enorme crecimiento e influencia de los contenidos on line generados por los usuarios en blogs (bitácoras o diarios personales en Red), o sitios como YouTube (donde se cuelgan vídeos de los internautas de forma gratuita), MySpace (el servicio de blogs de Microsoft) o Wikipedia (enciclopedia libre a la que cualquiera puede aportar datos).
"Se trata de muchos luchando por el poder contra los pocos que lo ostentan y que se están ayudando unos a otros sin esperar nada a cambio, y sobre cómo eso no sólo cambiará al mundo, sino también la manera en que el mundo cambia", apunta la revista.
"La herramienta que hace esto posible es la red de redes, Internet. Es una herramienta que une las pequeñas contribuciones de millones de personas y las mejora", añadió.
MySpace, propiedad de News Corp., tiene más de 130 millones de usuarios en todo el mundo, con 300.000 nuevos miembros cada día, mientras que YouTube, adquirido por Google el mes pasado, registra unos 100 millones de visitas diarias de internautas que se bajan vídeos de lo más variado (no se admiten pornográficos) que otros previamente han colgado en la web para uso y disfrute de cualquiera.
¡Felicidades! Si usted usa Internet, para Time, es usted la "Persona del Año".
( Diario El País. 18 diciembre 2006. Esto es un extracto)
Tienes aquí el vídeo con la notica en CNN+