De forma sintética:
- Los niños aparecen en uno de cada tres anuncios televisivos.
- Desplazan a las mujeres como principal reclamo publicitario.
- Su presencia no se justifica en la mitad de ellos ( como consumidor o destinatario)
- En el discurso publicitario el niño es casi siempre protagonista, activo, rebelde y violento mostrando valentía, destreza, ingenio e imaginación.
- Por el contrario, en los anuncios las niñas suele aparecer como secundarias, pasivas, obedientes y abnegadas, con plena identificación con los aspectos más tradicionales de la mujer.
- Aportan connotaciones idealizadoras y positivas con las que se enriquecen simbólicamente los productos destinados a los adultos .
- Han incrementado progresivamente su capacidad adquisitiva.
- Tienen una creciente influencia sobre el consumo familiar.
- Hay interés por incorporar cuanto antes a los niños a la actual sociedad de consumo.
Y advierten los pediatras sobre algo que todos sabemos: el niño, debido a su especial psicología en los primeros años, acepta como ciertos todos los mensajes, independientemente de su origen, contenido o intencionalidad.
El siguiente spot lo trabajé el sábado pasado con un grupo de niños en la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
Durante un buen rato estuvimos jugando a analizar los cuentos que la tele les cuenta a sus padres y descubrimos en éste más de 7 mentiras y contradicciones: el niño no puede vivir sólo, ni puede hacer un hoyo (y menos tan grande), ni cargar con una regadera llena de agua, y mucho menos mirar como mira a un coche.
Aprendieron a contar los planos (23) y con ello descubrieron, además de lo anterior, que tampoco el hoyo está donde parece, que el niño interpreta pequeños papelitos en distintos momentos, y que en el penúltimo plano a quien debe estar mirando es a su mamá o su papá.
Tenían claro que el spot no era un cuento dirigido a los niños, sino a los papás; que el niño en realidad era un papá comportándose como un niño que hace hoyos tan enormes como sus deseos o su envidia: sólo podía estar imaginándoselo o mirando al coche del vecino. (Era ya mucho pedirles que contemplaran otra posibilidad: la del adulto-niño que mira su coche como la conquista de un gran sueño infantil)
¿Y los papás se creen estos cuentos?. Pues claro que sí: si a ellos les han contado cuentos para que coman la verdura o el pescado, a los papás también se los cuentan para que les apetezca gastar y gastar sin pensarlo mucho. Y, como a ellos, también les convencen (y engañan) con facilidad. ¡Para que luego presuman de racionalidad con sus hijos!
Resultó, en fin, un gran placer asistir con ellos al descubrimiento de la trampa de la seducción. Y a la vez, comprobar cómo aprenden con rapidez y entusiasmo unos contenidos que resultan ser absolutamente necesarios en una escuela de ciudadanos.
Cuando pienso en mi trabajo con alumnos de 16-18 años, me doy cuenta de que seguramente a estas edades llegamos ya tarde, con la mayoría de los alumnos instalados en posturas marcadas por la indiferencia y el cinismo. Ya hemos hablado de ello alguna vez en clase, cuando les expreso mi asombro por algunas de sus actitudes.
Estoy convencido de que es en Primaria donde, de la misma forma que aprenden la lectoescritura, los niños deberían también aprender y desarrollar las competencias y habilidades que exigen los nuevos alfabetismos en esta sociedad de la información. Entre ellos, especialmente, los códigos de la comunicación audiovisual.
Lo de los niños y la publicidad es bochornoso, de todas maneras, lo peor de lo que he tenido noticia lo vi en el documental The Corporation hace unas semanas. Contaban como estudiaban a los niños cuando dan la lata para luego diseñar anuncios publicitarios que incitasen a dar la lata en las situaciones donde se sabía que más "vulnerables" eran los padres y cosas así... No sé si conoces el documental pero creo que para tus clases emancipadoras sería como el cerdo, ¡se aprovecharía todo!
ResponderEliminarÁnimo con la labor!
Rubén
Niños y adultos, niños-adultos, adultos-niños, adultescentes...
ResponderEliminarSólo el espíritu crítico nos sitúa en uno u otro lado. Tienes razón en que deberíamos enseñar a leer los códigos de nuestra sociedad desde edades tempranas, sobre todo porque cada vez más el mundo de los niños se achica para acercarse al de los adultos.
Enhorabuena por el blog, hace tiempo que lo coloqué en los enlaces de los dos míos.
ResponderEliminarEstá fenomenal que alguien trabaje desarrollando el espíritu crítico ante los medios de comunicación.
PD: les paso la dirección a los chicos que vienen a mi despaco a orientarse profesionalmente y eligen comunicación audiovisual. Así que no pares, resultas útil!
Rubén: tomo nota del documental. Lo dejé pasar en su momento y lo había olvidado. En Dailymotion hay alguno de los capítulos completo, pero en inglés, y sólo un extracto interesante en castellano. Aunque he visto que se puede bajar por ahí, veré cómo lo consigo para el Centro.
ResponderEliminarLu: ¿no te pasa lo mismo con tus alumnos?. Están cada vez implicados en el mundo de los adultos, sí, pero sólo en el tema de consumo, material y simbólico. Sus actitudes, sin embargo, experimentan una regresión a la inconsciencia y a las dependencias de la infancia.
Magdalena: gracias por tus animosas palabras. Estás en tu casa.
A mi, como madre, lo que mas me asusta es ver como estamos dejando que nuestros niños pierdan la inocencia, la ilusion. La habremos perdido nosotros?
ResponderEliminarMe parece muy interesante este tema y estoy totalmente deacuerdo en que se tendria que empezar a amprender este campo con edades mas tempranas para evitar actitudes como la mia:la completa ignorancia, pese a que ya no soy una niña ni todavia una adulta estoy mas perdida que cualquiera de los otros grupos.gracias
ResponderEliminarGracias Mary, tu página destila amor y afectos por todos los lados.
ResponderEliminarMaría: me importa mucho vuestra propia valoración, la de los jóvenes que tenéis frescas las vivencias de la infancia. Te agradezco la tuya. Un saludo.
Habéis visto el nuevo anuncio de LEROY MERLIN?? Curiosamente tiene a 2 niños como protagonistas, mientras su papa les lee un cuento (caperucita y lobo incluidos). Anuncian la Gran Fiesta de la Casa, que no suena muy infantil pero que Leroy Merlin ha utilizado otros años para promocionar sus "Precios Más Bajos del Año" (son sus rebajas, vamos). En fin, que esto va a tenor de lo de "La publicidad y los niños". Hasta una gran marca como Leroy lo utiliza. Pa que veais. EXCELENTE BLOG. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias Samuel. A ver si lo veo. En cualquier caso los niños serán siempre un magnífico recurso publicitario. Poco les importa las consecuencias si el rendimiento comercial es óptimo. Estoy preparando otros post sobre el tema.
ResponderEliminar