sábado, 16 de diciembre de 2006

EL JUEGO SUCIO DE ERISTOFF Y LOS ADOLESCENTES

El viernes en clase de Comunicación Audiovisual me topé con esta sugerente frase en la espalda de una alumna de 16 años:


Confieso que desconocía su significado, pero me parecía lógico sospecharlo. Imitando las tácticas de las marcas, el logotipo de Eristoff, una bebida alcohólica de alta graduación, no se escondía demasiado: en caso de duda es necesario dejar las cosas bien claras, que para eso se regala la prenda. Nada se regala por la cara.



La dueña de la camiseta, que me dio su permiso para tomar la foto, no se debe sentir molesta por estos comentarios, pues sólo hay una diana y un responsable: todas estas marcas de drogas legales que utilizan a los jóvenes para que les hagan publicidad gratuita, sin importarles lo más mínimo la edad en la que se encuentran.

Ellos saben que lo importante es ser el primero en llegar y hacerse un hueco entre los gustos de potenciales nuevos consumidores. Y saben también cómo hacerlo. Con una frase de falsa complicidad como la que hemos leído logran asociarse como lapas a los deseos de libertad de los adolescentes y jóvenes en su debate familiar por sacar horas libres a la noche...

Si luego estos jóvenes no beben "con responsabilidad", no es su problema, están advertidos: estamos en una sociedad libre. De risa. Y para los que denunciamos este estado de cosas siempre hay un latiguillo: moralizantes controladores que minusvaloran la capacidad de decisión de los jóvenes.

Pues muy bien, de acuerdo, seamos consecuentes y cambiemos la frase anterior por otra que sugiera el consumo de otras drogas, como el hachís o la cocaína, magníficos aliados del alcohol en las noches locas. ¿Por qué no?, ¿quién sería el moralizante?, ¿por qué impedirles a nuestro chicos llevar unas camisetas tan llamativas y rompedoras?. ¡Cómo molarían, eh!

A mí el juego sucio de Eristoff me recuerda al de otro colega en este mercado del trapicheo legal, un tal Smirnoff. Éste no regala camisetas, que yo sepa, pero hace algún tiempo ofrecía un atajo a las chicas para triunfar en la vida: mientras otras se dedicaban al lento, latoso y aburrido camino del estudio, las que seguían los consejos del amigote Smirnoff podían aspirar a ser perchas triunfantes. ¿Qué les ofrecía él para conseguirlo?: el calor y la desinhibición necesaria para lucir sus encantos, al contrario que sus aburrridas compañeras.



Como ya has visto en anteriores post, gracias a la contrapublicidad podemos darle la vuelta a anuncios como éstos y, utilizando sus mismas armas, poner en evidencia su cinismo pesetero.





Me gustaría que me discutierais todo esto. No soy tan tonto como para pensar que os he convencido. Todo es discutible o, como mínimo, matizable. No le hagáis mucho caso a estos rusos y utilizad vuestras neuronas.


3 comentarios:

  1. Vaya empanada mental que tienes...

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  2. Así me gusta, "anónimo", dando la cara. Tómate otra y me lanzas los tejos.

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  3. La publicidad llega muy lejos, y estas marcas de vodka está claro que buscan pasta y lo demás no les importa.
    Soy una amante del vodka y aprecio mucho más las marcas desconocidas y caras que, a pesar de que todos buscan dinero, al menos se les nota que está dedicado a un público responsable y adulto y no buscan la parte vulnerable de la sociedad para lavarles el cerebro.

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