Cuando uno se desmelena los prejuicios enseñan sus raíces ideológicas.
El diario ABC de hoy juega con soltura para contraponer visualmente dos "modelos de mujer" . Y no le importa sacar del baúl de las antiguallas ideológicas un elemento del kit de la mujer estereotipada: la rubia atontada, obsesionada por su físico, voluble y caprichosa ("quiere ahora")
Se me entenderá mejor si, en lugar de una mujer, un diario cualquiera juega al análisis político y las comparaciones utilizando como base la melena de Aznar, la tripita de Trillo o el tinte de Rajoy. (lo de los trajes de Camps es otro tema muy diferente).
Hay que recordar que desde el mismo campo ideológico El Mundo tampoco le hacen asco a jugar también con la altura física o los posados sexi de Soraya Saenz de Santamaría (la que está hablando en el mejor lugar de la imagen que comentamos). Tal es la fuerza de los estereotipo en la mente de las personas.
Me he tomado la molestia y he (re)leído el desarrollo de la noticia para comprobar que el auténtico desmelene es el del autor de la misma. Entre otras lindezas cargadas de opinión, se nos dice que la ministra "quiere ahora que el feminismo sea asignatura troncal en la Universidad". Pero todos (menos el autor de la misma) sabemos bien lo que es una "Asignatura troncal", que poco tiene que ver con lo que en realidad dijo la ministra. Afortunadamente, nos lo cita con comillas:
«es el momento en que la igualdad, los estudios de género y la tradición intelectual e histórica del feminismo tienen que ocupar un lugar en la formación troncal de los estudiantes».
Una afirmación como ésta cualquiera de nosotros la relaciona con lo que llamamos temas transversales en Secundaria, que para nada tienen por qué convertirse en asignatura, y que, sin embargo, la ley nos obliga a todos a incorporarlos de alguna manera en los currículos de nuestras materias: educación para la paz, educación vial, educación para la igualdad, etc.
Para ayudar un poco a mejorar la portada de ABC, he enderezado la imagen utilizando la línea divisoria de los escaños, y he bajado un poco más a la ministra hacia la insignificancia:
Por cierto: es curioso el cambio tonal, próximo al gris ceniciento, del recorte de la misma imagen en la noticia del interior.
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