sábado, 6 de marzo de 2010

Analizar en clase las portadas de los diarios

Son ya muchas las entradas de C.A. que ponen en evidencia algo que todos, sin olvidar a nuestros alumnos, debemos tener muy claro: que las portadas de los diarios son una perfecta demostración de cómo los medios construyen conscientemente la realidad.

Por algo la portada de la mayoría de los diarios es el objeto central de una reunión de directivos a última hora de la tarde: Nada se deja al azar y todo vale. Es más, en esa reunión están las mejores cabezas de los medios, y las que conocen mejor los recursos retóricos de la comunicación verbal y audiovisual.

Y esto NO hay que decírselo a nuestros alumnos.

Son ello los que tienen que descubrirlo, verlo, comprobarlo. Nuestra tarea como profesores deberá ser la de ayudarles a abrir los ojos, convirtiendo los medios en objeto habitual de análisis y debate.

Como no siempre se pone fácilmente en evidencia esa construcción de la realidad a partir de lo real, los profesores debemos comenzar por llevar a la clase ejemplos sencillos y evidentes.

Hay un momento muy hermoso para un docente: aquel en el que siente cómo se produce en la clase un silencio tumultuoso: el de los clics de las conexiones neuronales en las cabezas de los alumnos, el ¡eureka! del conocimiento. Es el momento en que abran los ojos y pierden una capa más de la costra de inocencia ilusa y paralizante. Es también el momento oportuno para invitarles a que sean ellos los que indaguen e inicien su colección de sospechosas evidencias. A eso se le llama mandar ejercicios, ¿no?.

Las portadas de hoy de nuestros dos principales diarios son uno más de los muchos y buenos ejemplos acumulados aquí para conseguir ese propósito. Lo particular en este caso es la espectacular simetría, tanto espacial, como de utilización torticera de la retórica:




Cuando hablo de utilización torticera solo me estoy refiriendo, por supuesto, a la forma de esconder la mano y el dedo que apunta.

Lo primero que debemos pedirles a nuestros alumnos que se esfuercen en algo nada fácil para ellos, diferenciar claramente entre:
  • Lo que ven. Deben limitarse a describir y analizar.
  • Lo que piensan o sienten. Actividad posterior y ceñida al proceso comunicativo analizado.
Las preguntas que podemos dirigir a nuestros alumnos para iniciar la descripción y el análisis podrían ser éstas:
  1. Semejanzas entre las dos portadas.
  2. La noticia principal en las dos portadas. ¿A qué hechos se refiere? . Aquí el profesor debe emplearse en que los alumnos (y él mismo, por supuesto) diferencien el hecho de su valoración personal.
  3. Comparación entre los dos titulares de la noticia central y la valoración que esconden las frases. (la utilización del reflexivo es clave).
  4. Comparación de las dos fotografías centrales (además de su contenido, el contraste lleno-vacío entre ambas fotografías)
  5. Lectura de los pies de foto y, como en 2, aclarar el acontecimiento al que se refiere la información.
  6. ¿Tienen objetivamente algo que ver estas dos fotografías y sus pies de foto con la noticia principal de la portada?
  7. ¿Pueden los periodistas haber pretendido que, sin embargo, las relacionemos?, ¿por qué?, ¿Para qué?
  8. En la misma línea, y sobre la noticia y el anuncio de la parte inferior de El País: ¿Guardar alguna relación?, ¿Puede haber ocurrido lo mismo que en 7?
¿Quién dijo que trabajar esto en clase no era importante?.

Y no vale tirar balones fuera con aquello de "para los de Lengua". Todas las áreas de conocimiento están implicadas en la tarea fundamental de una obligada alfabetización mediática que forme ciudadanos.

Un recurso imprescindible para esta tarea: Kiosko.

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