Ya
fallecido el abuelo
de Majaelrayo, dudo que quede alguien
en España que desconozca al gigante
El Corte Inglés.
De
hecho, esta gran empresa es la primera distribuidora y la empresa
privada con más emplead@s en nuestro país. Nada menos que unas
100.000
personas trabajan en los grandes almacenes líderes en Europa.
Por
otro lado, la empresa es también líder
en gasto
publicitario:
más de 130 millones de euros fue la cantidad gastada en este
concepto en 2010, cuando el estallido de la burbuja inmobiliaria ya
comenzaba a lastrar el consumo.
No
es de extrañar que estos chutes de dinero resulten en un flagrante
silenciamiento de
los conflictos
laborales que se viven en los grandes almacenes, al margen de la consabida publicidad encubierta ya denunciada en ocasiones anteriores en este blog.
Por supuesto, no estamos hablando
de barricadas o ruedas quemadas al estilo del sector minero, ni me
refiero a las abundantes críticas recibidas anónimamente en la red
por ex-empleados.Es
la evidente manipulación y amordazamiento a través de los medios de
algo tan firme como una sentencia
judicial proveniente de la Audiencia Nacional. La
igualdad nunca fue una de las preocupaciones de la empresa en la que
la mayor parte de la plantilla
son mujeres (un 63% en 2011), pero, de nuevo citando a El
Economista, “de los 267 trabajadores con categoría de directores y
gerentes, 12 eran mujeres y 235 hombres”. En
mayo de 2008 la
empresa firma
un plan
de igualdad
con los sindicatos con el fin de acabar con la brecha
salarial entre
hombres y mujeres, acompañando esta medida de otras más sutiles
como uniformar
a sus mandos varones.
Ahora en contexto, ¿cuál ha sido el
tratamiento que se le ha dado a esta sentencia en los medios de
comunicación?EL MUNDO
El Mundo no estima necesario recoger esta sentencia ni siquiera con finalidades laudatorias (ver query de la búsqueda: El+Corte+Inglés con el filtro Último mes).
EL PAÍS
El País aplica lo que podríamos denominar una "metonimia desinformativa": encubre el conflicto con una curiosa “parte por el todo”. Sin dejar de mencionar lo realmente grave de esta situación (que las mujeres reciben menor salario por el mismo trabajo y se aplica un doble rasero en el reconocimiento de sus méritos en función del género), evitan que un titular tan feo como “El Corte Inglés discrimina a sus trabajadoras” se cuele en el ranking de noticias más leídas (donde se situó la última semana de enero), titulándola por si acaso: El Corte Inglés tendrá que uniformar a sus mandos varones.
PÚBLICO
Público, 14 de agosto de 2012 |
Más
sorprendente resulta el caso de Público,
periódico
de línea
editorial claramente de
izquierdas:
la noticia parece más publicidad
encubierta
que información sobre las disparidades de salario entre mujeres y hombres. Destaca la estabilidad de su plantilla “en
un contexto de fuerte crecimiento del paro” y
de nuevo, soslaya las diferencias de salario en función del género
para centrarse exclusivamente en la decisión de uniformar a sus
mandos varones.
La
excesiva atención que presta a las características del atuendo
frente a la nula mención de la equiparación salarial roza el
ridículo: “La
nueva uniformidad masculina (...) está compuesta por tres modelos
diferentes (...): en el caso de los vendedores con carácter
general, llevarán traje gris marengo con botones marrones, ojales
verdes, camisa blanca, último ojal también verde y una corbata
azul marino con todos verdes (...)”.
¿Del hecho de que la empresa haya ralentizado y obstaculizado la
equiparación
salarial entre
hombres y mujeres?
Ni una palabra amarga para el Corte Inglés, instituido como un tabú en todo el espectro de los medios españoles.
Un
detallismo estético destinado a distraer
nuestra atención con tecnicismos totalmente prescindibles de información mucho más
vergonzosa y relevante, que nos recordará al tratamiento mediático
que recibieron las elecciones
en Afganistán,
en las que se obvió la desastrosa situación de este país en la
que nuestro país o EEUU entre otros, tienen una gran
responsabilidad, para centrarse en los exquisitos looks
del presidente afgano, bautizado por algunos como el “hombre
con más estilo del mundo” (Ver:
Karzai,
el seductor, en
El
País).
La potencialidad del rechazo social y el consumidor
como
último responsable de las políticas que mantienen las marcas y
establecimientos a los que destina parte de su capacidad de compra,
se ven contrarrestados por unos medios que no informan, sino que más
bien desinforman,
alentados
sin duda por los abultados fajos que reparte El
Corte Inglés en
dobles contraportadas y páginas completas a color, y ahora por lo
que se ve, también banners.
Más sobre el tema en este blog: etiqueta El Corte Inglés
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Realmente lo que no interesa no se publicita. Esto es lo que ocurre en este país. Así nos va.
ResponderEliminarAsí es: el que paga manda!
EliminarAsí es: el que paga manda!
EliminarHay que acabar con la desigualdad en el trabajo, a igual puesto igual salario.
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