Hace tiempo publiqué aquí un post que me trajo desagradables consecuencias. Cuando un comportamiento está suficientemente arraigado en una sociedad, no es nada fácil ponerlo en cuestión. Es más fácil tirar a dar al mensajero, como puedes comprobar con algunos de los comentarios allí "depuestos".
Ni los padres, ni la escuela, ni las autoridades, amilanadas por la poderosa presión de las corporciones alcohólicas, nos implicamos como debíeramos en un asunto de tanta importancia, permitiendo que sean otros los que eduquen y socialicen a nuestros hijos y alumnos. Nos falta a todos un poco de sensatez y consecuencia.
Y es que, hay que insistir en ello, estamos hablando en este caso de menores y drogas duras.
Con un poco de distancia que pongamos ante imágenes como las siguientes, habituales en nuestros centros de secundaria, podemos apreciar la gravedad del asunto y la cegura de todos, empezando por los que nos gobiernan:
Ni los padres, ni la escuela, ni las autoridades, amilanadas por la poderosa presión de las corporciones alcohólicas, nos implicamos como debíeramos en un asunto de tanta importancia, permitiendo que sean otros los que eduquen y socialicen a nuestros hijos y alumnos. Nos falta a todos un poco de sensatez y consecuencia.
Y es que, hay que insistir en ello, estamos hablando en este caso de menores y drogas duras.
Con un poco de distancia que pongamos ante imágenes como las siguientes, habituales en nuestros centros de secundaria, podemos apreciar la gravedad del asunto y la cegura de todos, empezando por los que nos gobiernan:
Nota sobre este PhotoPeach:
Originalmente tenía cerca de 50 imágenes. Cuando me he puesto a modificarlo, solo me dejan llegar hasta 30 en la versión gratuita. Con las restantes prepararé cuando pueda una segunda parte. Esta es la lógica de la Web 2.0. ¿Alguién esparaba otra cosa?
Originalmente tenía cerca de 50 imágenes. Cuando me he puesto a modificarlo, solo me dejan llegar hasta 30 en la versión gratuita. Con las restantes prepararé cuando pueda una segunda parte. Esta es la lógica de la Web 2.0. ¿Alguién esparaba otra cosa?
No doy crédito a los comentarios de la entrada antigua. Desde luego no hay duda de que el alcohol es un tema delicado que hace tambalear consciencias.
ResponderEliminarEn el mundo no hay nada inocente ni desinteresado. Por supesto que los "obsequios" de estas empresas tampoco lo son.
ResponderEliminarExcelente labor la que realizas.
Un abrazo desde la Ciudad de México.
Por cierto, incluí este blog en mi lista de blogs premiados con el "Dardo y Blog de Oro".
Gracias, María Eugenia, por tus palabras y por la mención. Es un placer tener interlocutores en un país tan lindo.
ResponderEliminarTambién a ti, Lu. Me encanta compartir sorpresas de meseta.
Pienso que la crítica debería ser más amplia, y no centrarse sólo en el alcohol y los jóvenes que se convierten en hombres-anuncio de marcas de bebida. Antes que hacer publicidad gratuita de la marca o del producto que sea a cambio de una baratija, como es una camiseta o una gorra, yo iría en bolas. Estas promociones están bien para usarlas en casa, pero si las empresas quieren hacerse publicidad, que paguen a los que lleven estas prendas, como pagan a las agencias.
ResponderEliminarPor lo demás, y dado que la publicidad de bebidas alcohólicas dirigida a menores esté prohibida, cosa que me parece excelente, los directores de los centros educativos deberían actuar en consecuencia y cerrar el paso tajantemente a estas sibilinas tácticas publicitarias.
Hola gente linda!!! Les saludo desde la Argentina!!! Soy Paula Yachelini, de la ciudad de Rafaela, provincia de Santa Fe. Estuve leyendo muy atentamente todo lo ocurrido con el post "Alcohol, alcohol..." y quería dejarles, humildemente, mi comentario.
ResponderEliminarSoy madre y docente, como todo docente que también es padre, como vos Andrés, y comprendo la molestia de los padres de los niños. Probablemente si habrían publicado una foto de mi hijo, también me habría sentido molesta. Pero desde la distancia que nos impone el Atlántico, me parece que han dejado que un árbol les tape el bosque puesto que se quedaron en el enojo y no debatieron el gravísimo problema que, aunque queramos cerrar los ojos, está. Aquí en la Argentina se vive y cada vez más, espantosamente en niños cada vez más pequeños. No sólo el alcohol, sino la droga (aún en sus versiones: "paco" o pasta base y la inhalación de nafta o pegamentos) o las mezclas de droga y alcohol. Esta realidad existe en forma cada vez mayor y aunque querramos tapar el sol con el pulgar, el problema no desaparecerá hasta que empecemos a comprometernos con el tema desde el lugar que nos corresponda: padre, educador, gobernante, vecino, ama de casa, comerciante, etc.
Me parece que se han enceguido sus emociones y no pudieron ver u oir como se cuelan los mensajes, las marcas, las publicidades de modos tan naturales que, no nos damos cuenta, dirigen nuestros hábitos, nuestras conductas, hasta nuestros pensamientos. La verdad es que los materiales que pude ver en este blog, me sorprendí a mí misma por muchas cosas que a mis 45 años no me había tomado el tiempo de reflexionar y tomar conciencia. Creo que de eso se trata, de tomar conciencia. Nadie está diciendo que somos malos padres, lo que se nos está queriendo advertir es que no nos damos cuenta de las cuestiones que se nos pasan por diversos motivos: falta de tiempo?, ignorancia?, distracción?, exceso de ocnfianza o credibilidad? relajación? creer que todo está bien?
Si se me permite la alusión y les ruego que no me acusen de hereje, estas personas más lúcidas que uno mismo son como profetas que pueden ver un poco más allá que nosotros y ayudarnos a tomar conciencia, a advertir los peligros que ciertas prácticas conllevan y cómo enseñarles a nuestros hijos y estudiantes a ser observadores críticos de la realidad que les y nos toca vivir. Yo doy clases en una escuela primaria y les aseguro que a los chicos les fascina cuando se les enseña a criticar las publicidades y los programas de televisión porque es como conocerle el truco al mago. Una vez, ante una novela adolescente de masiva teleaudiencia, les pregunté a mis alumnos: "chicos, ¿en Floricienta (el nombre de la novela) nadie trabaja? A raíz de ese y algunos otros comentarios que fuimos haciendo, los chicos dejaron de verla porque ya no les interesaba.
Muchas veces ocurre que los chicos repiten frases, dichos, palabras, cantitos, como gracia o porque otros lo dicen, especialmente los chicos más grandes, pero no tienen la real y total conciencia de lo que dicen o hacen. Es allí donde debemos estar atentos para enseñarles y hacerles tomar conciencia, es nuestro rol de padres, de educadores, de adultos. Pero ¿cómo enseñarles si nosotros no somos concientes de ello? ¡¡¡ESCUCHEMOS A NUESTROS PROFETAS!!! ¡¡¡no los apedreemos!!! aunque nos duela. Cuando vas a lo del médico, sabés que lo que te va a decir no será agradable, pero vas, lo escuchás y hacés lo que te dice, porque querés curarte.
Soy yo, Paula Yachelini, tuve que partir en dos el comentario...
ResponderEliminarAquí en la Argentina, tenemos varios maravillosos profetas: Jaime Barylko que escribió "El miedo a los hijos", "Los hijos y los límites", entre otros LUMINOSOS libros que se los recomiendo de corazón. Sergio Sinay que escribió numerosos libros, entre ellos uno muy duro pero necesario de leer como padres: "La sociedad de los hijos huérfanos" Se los recomiendo, no tiene desperdicios. Se trata de la horfandad de nuestros niños y adolescentes que viven en familia pero que están más solos que nunca.
Tuve la suerte de conocer a este hombre que vino a dar una conferencia en nuestra ciudad y les aseguro que es una de esas personas que uno escucharía durante días sin cansarse ni aburrirse. Emana sabiduría.
Bueno, voy cerrando con una reflexión de Francesco Tonucci, pedagogo italiano, ferviente defensor de los niños y la infancia, a quien también tuve la bendición de conocer porque vino a dar una conferencia a mi ciudad. Todo lo que dijo me movilizó y dolió mucho, porque eran tristes verdades, pero volvería escucharlo mil veces porque a las heridas infectadas no hay que taparlas ni vendarlas sino abrirlas y limpiarlas de raíz y eso... ¡¡¡VAYA QUE DUELE!!! pero es necesario. Tonucci decía, con respecto a los espacios en las ciudades en los cuales los niños ya no pueden jugar por temor a la inseguridad (robos, asesinatos, accidentes de tránsito, etc.) que había que empezar a ocupar los espacios: que los niños vuelvan a jugar en las plazas, en las veredas, en los espacios públicos y que los adultos nos organicemos para estar, ocupar también esos espacios, no para controlarlos y vigilarlos, sino para estar. Allí donde hay mucha gente el delicuente se cuida de delinquir, el vehículo disminuye la velocidad, etc. Con ese pensamiento me fui de la charla y pregunté ¿qué hay de la internet? ¿cuántas veces nuestros niños y adolescentes hacen uso de internet sin tener idea de los peligros a que se hallan expuestos? ¡¡¡También hay que ocupar esos espacios!!! ¡¡¡No dejarlos solos a la deriva y a la buena de Dios!!!
Nuestra patria potestad es intransferible e indelegable. Hagámonos cargo.
Estimado Andrés: no te conozco pero desde tan lejos te agradezco por tu generosidad de compartir tus conocimientos y sabiduría, por tu compromiso con la humanidad, por tu valentía y fortaleza de continuar a pesar de todo, por haberme abierto los ojos.
Cuanto más rápido tomemos conciencia, mayores y más rápidas serán nuestras posibilidades de constuir un mundo mejor.
Un fuerte abrazo a todos.
Paula
Hola, DDAA. Gracias de nuevo por tus acertadas reflexiones. Entiendo a qué te refieres. Los niños y jóvenes son los más expuestos y los que más trabajan el marketing y la publicidad porque son inversiones de futuro. En un post próximo verás que muchos no le hacen asco a dejarse manipular por unas pequeñas dádivas.
ResponderEliminarPaula: mil gracias por tus apasionadas y comprometidas reflexiones de madre y profesora. Me apunto el libro de Sinay con un título que ilumina la triste realidad, la de unos hijos que en lugar de padres tienen asistentes, colegas o abogados.
Por cierto: la foto de los niños tenía las caras tapadas, faltaría más.
Un abrazo y muchos ánimos para ti.
Ángel
Hola Ángel: Mil perdones por el cambio de nombre. Con respecto a las fotos, como no las vi y por lo que pude interpretar de los comentarios de los padres ofendidos, da la sensación de que estaban expuestos. Si tenían las caras tapadas, no entiendo el tenor de tanta "artillería pesada" hacia tu persona, hasta acusarte de ¿fachista? Bueno, no quiero encender la mecha nuevamente. Sigo pensando que somos todos ciudadanos de un mismo planeta, hermanos en la distancia, que tenemos medianamente problemas similares con matices.
ResponderEliminarUn abrazo Ángel para vos y, por tu intermedio, para todos los estimados lectores de tu blog.
Paula.
Ángel Encinas gracias por tus investigaciones que nos ayudan a abrir los ojos. Me gustan las personas que se ocupan de quitar las telarañas de las mentes.
ResponderEliminarEn Argentina se va a aprobar la nueva Ley de Comunicación audiovisual pero no van a intervenir en los contenidos. Parece que no interesa lo que consume la gente todo vale. Así se denigra a un pueblo con programas sin ética ni estética, la cuestión es embolsar dinero. Isabel
No es fácil encontrar un positivo equilibrio entre la libertad económica y el control social. En muchos ámbitos puede resultar peligroso democráticamente, pero en el caso de la promoción publicitaria de conductas y consumos de riesgo para la salud (tabaco y drogas) creo que no debería haber ninguna duda. Si la hay, es porque el lobby alcohólico es muy fuerte.
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