Cuando he conocido la muerte de Rafael Azcona he recordado debates en clase sobre el tema.
Coincido con la rotundidad con la que lo expresa Público: el mejor guionista del cine español. Puedes seguir cualquier otro de los cientos de enlaces a su persona y obra que encontrarás estos días.
A mi me basta con esta escena de una de las mejores obras del cine español, El verdugo (1963) de Luis García Berlanga. Fue proverbial su capacidad para expresar con unos diálogos excepcionales la atmósfera de aquellos tiempos de caspa y control de cuerpos y mentes que fueron los del franquismo. Compruébalo tú mismo:
Volveré a intentar trabajarla en clase este trimestre. El que avisa no es traidor.
Es una escena kafkiana, obra de un genial guionista, como bien dices.
ResponderEliminarA pesar de los años, en este fragmento subyacen muchos temas todavía actuales (el tema de la vivienda y los alquileres, el nepotismo, la burocracia, el falso puritanismo...).
¡Cuánto nos queda todavía por cambiar!
Hay continuidad en muchos aspectos, claro, pero los que vivieron el franquismo saben bien todo lo que hay detrás de esos certificados de buena conducta del párroco y de la guardia civil. Arbitrariedad, enchufismo y nepotismo eran usos que no se encubrían ni perseguían como ahora. Esa es la diferencia con un estado de derecho.
ResponderEliminarHola Ángel.
ResponderEliminarYo también he tenido la experiencia de no saber como motivar a los alumnos para que investiguen y conozcan el cine español en blanco y negro.
El otro día obligué a los alumnos a escuchar un programa de radio sobre Azcona (son alumnos de FP Producción) y no encontré el camino para ilusionarlos y emocionarlos.
Pero seguiré intentándolo.
Por cierto , te quiero preguntar una cosa:
¿la publicidad de bebidas alcohólicas ha cambiado el texto obligatorio y ahora dice: "Disfruta de un consumo responsable.25º"?
Me ha llamado la atención en los anuncios del fin de semana. No lo había leído en ningún sitio.
Un saludo
Hola PlSeovia: Gracias por el consuelo (mal de muchos), pero me temo que es el exceso de estímulos lo que paraliza el deseo y la creatividad de todos, en especial de nuestros alumnos, necesitados de hambre creativa cuando se están abriendo a la vida adulta. El exceso de información de la sociedad del espectáculo, en la que todo se cuenta por cientos -películas, series, fotos, vídeos, spots...-, no deja espacio-tiempo para el silencio y sus flores.
ResponderEliminarLa "creatividad" ahora es, por ejemplo, transformar una advertencia en un estímulo: "disfruta... de un consumo responsable". No me había fijado.
Sí se reconociera que el cine no es más que el último de los grandes géneros literarios, se diría de Azcona lo que es: uno de los más grandes escritores españoles de todos los tiempos. Guionista -tal como se entiende por lo común- es un término que le viene corto al personaje...
ResponderEliminarAyer, en uno de esos rebotes televisivos, acabé viendo "Física o Química". Reconozco que, a pesar de los malos augurios que había oído sobre ella, no imaginé que fuera tan terrible. El claustro de profesores parece "Gran hermano": todo están liados con todos. Luego una profesora se enrrolla con un alumno, otro le pega a sus padres... y, lo que viene a cuento de los comentarios, un alumno hace un vídeo en el qeu dice "Di no al alcohol... sobre todo si vas a tomar drogas: disminuye sus efectos y no es cosa de gastarte la pasta para nada". Los profesores que lo ven se ríen. Más tarde, en una fiesta del Instituto "sin alcohol" (estaba ambientada en la Ley Seca) son los profesores los que cuelan una botella y beben a escondidas.
ResponderEliminarEsa es la imagen que da la televisión del alcohol y de los profesores. Menos mal que la ponen más tarde de las 10 de la noche y seguramente ningún adolescente la verá.
Disfrutad... de lo que podáis.
Totalmente de acuerdo, Javier, prueba de lo que dices ha sido el tardío reconocimiento a otro maestro como Boráu.
ResponderEliminarRespecto a Física o Química, ya hemos debatido en clase sobre el tema. Tenía un post pendiente, que no sé si saldrá, pues, al parecer termina ahora la temporada. Parece mentira, pero la fuerza para re-crear la realidad que tiene la televisión, puede llegar a sustituir la vivencia directa. Tuvimos que analizar alguna escenas, separando el grano de la paja, lo real de lo exagerado o de la pura invención, para llegar a una "contraevidencia": que con medias verdades se construyen grandes mentiras.
Ya quisiera yo tener alumnos tan lúcidos, activos y participativos como algunos de la serie. Nos divertiríamos más, pero, claro, no estaríamos hablando de adolescentes.
Respecto a lo del alcohol, ya sabes lo que pienso. Lo peor que se puede hacer es banalizarlo. Ya me gustaría a mí ver una campaña real contra su forma de introducirse en el "alma" de mis alumnos a través de todos eso regalos envenenados (¿os acordáis de los caramelos con droga?). Una alumna me enseñó ayer toda orgullosa un magnífico reloj de Ron Barceló.
El verdugo...maravillosa pelicula...sobretodo la escena final....solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta... besos
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