Publico por primera vez una entrada desde la misma página de YouTube.
Resulta facilísimo y muy práctico. Tiene un editor con lo mínimo, pero es suficiente para hacerlo con rapidez. Más tarde se pueden añadir los enlaces, las etiquetas y subir imágenes u otros vídeos.
Técnicamente hablando, también resulta bastante fácil hacer contrapublicidad, como podemos apreciar en este spot.
Y, como educadores, qué mejor medio para educar en valores a los que queremos ciudadanos críticos y participativos.
El vídeo tiene ya algún tiempo, pero me viene muy bien para invitar (y animarme yo) a realizar contrapublicidad con aquellos mensajes que se atreven con las ideas grandes para prostituirlas y degradarlas: la democracia, la ecología, la libertad, el 15M... Y lo mismo, como es el caso, para los que justifican y nos quieren identificar con los culpables de la crisis económica en la que estamos metidos.
Que nos vendan caramelos, refrescos o mejores productos bancarios, pero que lo hagan sin bicho dentro del envoltorio, ese que contamina, pervierte y corroe el sentido de lo que mejor nos define como personas y ciudadanos. Esa es la peor y más peligrosa publicidad, la que más tiene que indignarnos como ciudadanos que quieren mejorar el mundo.
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