Eduardo Parra, un infatigable analista de la magnífica página de fotografía digital (y alrededores) Quesabesde.com publicó el pasado 14 de abril 10 bochornosos ejemplos de manipulación en fotografía de prensa, en el que analiza las circunstancias de diez casos, la mayoría muy conocidos, y algunos ya analizados aquí.
Más allá de su vistosidad, que tiene mucho que ver con la inexperiencia y la falta de pericia, son casos que les viene muy bien a los propios medios, a unos y otros, para sacarse las vergüenzas unos a otros, y de paso, como el amigo Don Simón de la entrada anterior, lanzar tinta de calamar con la que esconder la artillería pesada de control y manipulación que tienen a su disposición.
Y es que, nunca está de más repetirlo (y más si lo trabajamos con nuestros alumnos), toda fotografía es una manipulación. Todas lo son, sin excepción. Desde el momento en que hay un sujeto que intermedia entre la imagen y la realidad, se produce una construcción, recreación o interpretación de la misma.
Limitar la idea de "manipulación" a lo que el fotógrafo hace después de disparar su cámara, es una reductora y simplificadora visión de las cosas. Parece que se quiere que nos olvidemos todo lo mucho que el fotógrafo puede hacer, y hace, antes de hacer el clic.
Limitar la idea de "manipulación" a lo que el fotógrafo hace después de disparar su cámara, es una reductora y simplificadora visión de las cosas. Parece que se quiere que nos olvidemos todo lo mucho que el fotógrafo puede hacer, y hace, antes de hacer el clic.
Por no hablar de cómo la propia realidad puede (y suele) ser construida directamente por los propios protagonistas para condicionar la mirada del fotógrafo. Basta con abrir cualquier diario. Un caso tan chusco como el del pavo de plástico del señor Bush, es tan anecdótico como las imágenes "manipuladas" de la muestra de Eduardo Parra:
me alegra ver a alguien que hace mencion a la puesta en escena como manipulacion, que parece que es que solo exista en el procesado. Al final todo se reduce a ser o no un buen profesional .
ResponderEliminarBueno, la fotografía no deja de ser una herramienta más puesta en nuestras manos para trasnmitir algo. A veces es algo instantáneo, a veces algo demasiado premeditado.
ResponderEliminaralfonsovazquez.com
La fotografía como un bolígrafo, como un pincel, como cualquier herramienta para decir y decirnos. Esa idea antiintuitiva es la que un educador debe ayudar a madurar en sus alumnos. Las posibilidades de manipulación-recreación de la realidad son iguales o mayores, pero con mayor impunidad.
ResponderEliminarGracias a los dos.
Como siempre tan oportuno. Mañana tengo que tratar este tema a propósito de una imagen que hicieron mis alumnos para la revista. Pura manipulación, de veras.
ResponderEliminarEs difícil convencer de una mala práctica si ésta es pasto de la prensa diaria. En fin...
Me alegra serte de utilidad, Lu.
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