martes, 9 de diciembre de 2008

Jugando con Jessica Alba a las 200 diferencias






Gracias a 2oMinutos tenemos estas fotos aparecidas en LiveJournal sobre esta actriz y su tratamiento con Photoshop por una mente abducida por el fantasma anoréxico de Barby.
Cuando hayas terminado de calcular las diferencias, puedes estudiar, gracias también a 20Minutos la siguiente fotografía: ¿Qué le falta para no ser una extraterrestre?



No debemos dejar pasar esta cirugía incruenta como una curiosidad. Nuestros adolescentes encuentran en estas imágenes imposibles que se enseñorean de los medios iconos a los que imitar, con las consiguientes consecuencias sobre su autoestima.

Ya hemos visto en otras entradas de este blog variados ejemplos en la misma dirección.

4 comentarios:

  1. Impresionante. Como tú dices, es un modelo perverso para quienes no son conscientes del engaño al que son sometidos.

    ResponderEliminar
  2. Creo que las imágenes son una muestra entre la realidad y el deseo.
    Conviene advertir a aquellos de mirada ingenua que nunca sospecharían lo que estas imágenes muestran. La manipulación fotográfica es también manipulación informativa, moral...

    ResponderEliminar
  3. Ángel, te has pasado. Vale que saques a Keira Knightley, pero a Jessica no me la toques. En la primera foto, la única diferencia que encuentro es el escenario del fondo. Y en la segunda, el timbal. Me faltan 198...

    En cambio, en la de la Kylie XY de la selección encuentro muchas más: no se lee el anuncio de Adidas, en una muñeca lleva pulsera y en la otra no, de la mano derecha tiene un dedo por dentro del bikini, pero los otros cuatro por fuera, la red tampoco es igual a la derecha que a la izquierda, ni arriba y abajo...

    Un saludo, y sigue así con el blog.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Antonio, Lu y Da-beat por pasaros por aquí. Ando metido en mil cosas en las dos realidades, y me limito en los blogs a mantenimiento.
    Post como éste son un pequeño grano en el océano de los deseos y el autoengaño. La verdad es que necesitamos que nos digan mentiras, incapaces de resistir el frío áspero de la racionalidad. ¿O no?.
    Con nuestros adolescentes debemos conformarnos con conseguir, al menos, que vivan conscientemente (y lo disfruten Da-beat) aquel diálogo de Jonny Guitar, el de "dime una mentira"...
    Y, claro, que no traten de volver a la realidad, imitando sueños y fantasías a base de quitarse ombligos, caderas y masa muscular.

    ResponderEliminar