Gracias al cambiante humor político de Pedro J., pudimos ver el pasado 10 de octubre en la portada de El Mundo una muestra de la actitud contradictoria de nuestros políticos respecto a la publicidad. Cualquiera se mete con los grandes, sean hombres-anuncio como Fernando Alonso, sean empresas poderosas como las que lleva en su traje.
Ya puestos, deberíamos animar al señor alcalde a pone freno a la contaminación visual que provoca la publicidad en todas las esquinas de su ciudad.
PD.
Al día siguiente El País publicó este interesante reportaje de María R. Sahuquillo: ¿Vetados por dignidad? ¿O por estética?.
Cuando leí la noticia, me sentí lejos, muy lejos... de lo que sucede en la capi. Yo nunca he visto un hombre-anuncio (como el de la izquierda). De los otros, veo en cada telediario.
ResponderEliminarHace falta una correcta definición del concepto. Siempre la lengua a la zaga de los conflictos.
Esta mañana hemos tratado el tema en clase. Parece que la clase política quiere «salvarnos» para que seamos más dignos. Qué pocas faenas parece que tienen.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog.
Dignidad o estética, los dos términos del debate que desarrolla muy bien el reportaje de El País que he añadido en un PD del post.
ResponderEliminarVicente!! él es mi profesor!!.
ResponderEliminarSi, lo tratamos en clase y lo tenemos colgado en el blog.
Enhorabuena por el blog, muy bueno.