Interesante reportaje sobre la forma en que el uso de Internet cambia las formas de procesar información y transformarla en conocimiento.
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"La civilización democrática se salvará únicamente si hace del lenguaje de la imagen una provocación a la reflexión crítica, no una invitación a la hipnosis". Umberto Eco: "Apocalípticos e integrados" (1985: 367)
"Mientras la idea complace a ecologistas y asociaciones de consumidores, la industria, los anunciantes y los editores están soliviantados. La perciben como un zarpazo a la autorregulación y ven avecinarse un celo proteccionista que va mucho más allá de la obligación de informar al consumidor"
"Partimos de un principio", dice Jaime Gil Robles, presidente de la Federación Española de Bebidas alcohólicas y Espirituosas (FEBE). "La publicidad no es buena o mala". Añade: "Hay mucha demagogia, sobre todo por parte de las autoridades. Parece que inducimos al mal comportamiento. Hay que conjugar el objetivo del anuncio, que es vender, y la responsabilidad, por lo tanto no es necesario que intervenga el Estado, porque promovemos un consumo responsable. El nuestro es un sector hiperregulado. El argumento de la Administración es 'como no puedo evitar que los menores beban, prohíbo la publicidad de bebidas de más de 20 grados'. ¿Han dejado de beber los menores? No. Ocurre algo similar con la obesidad infantil. Si los padres van al supermercado y compran todo lo que tiene grasa... Con represión no se arreglan las cosas, y para un Gobierno es más fácil culpar a las empresas que a los ciudadanos. Si además de autorregular o incluso corregular, hay más restricciones y encima se pide a la publicidad que eduque, perdemos libertad"