Durante muchos años, sobre todo cuando impartía Comunicación Audiovisual en 1º de Bachillerato, empezaba siempre mis clases con la trucha que ahora me acompaña en el perfil. Se trata de una pieza de la magnífica exposición que mi compañero José Manuel Teijón organizó en el instituto en torno al tema de "El agua" hace ya unos cuantos años. Tuve entonces el acierto de conservarla para mis clases como un gran elemento motivador.
Y sí, me lo pasaba en grande con mis alumnos vacilándoles con la cuestión de si aquello era o no una trucha. Yo solo les decía lo de "ESTO NO ES UNA TRUCHA", y ellos, dudando, se metían en un jardín tratando de demostrarme sus conocimientos de pesca...
Los dejaba un rato y empezaba después a preguntarles por el tamaño, por sus componentes (plástico y cartón), para que ellos encontraran la respuesta: aquello no era más que la IMAGEN DE UNA TRUCHA. Se parece mucho a la realidad, pero hay diferencias fundamentales, decisivas para nuestro comportamiento.
Todos terminaban diciéndome que les había hecho trampa, pero se quedaban con el toque fundamental para perder la inocencia ante las imágenes.
La trucha, que se conservaba en el aula de Comunicación Audiovisual, se encontraba ahora en paradero desconocido hasta que me la buscó y encontró Reme de Cabo, una de las compañeras la que apoyo en mi instituto (digo mío porque me ha sido otorgado el inusual título de Profesor Emérito).
La quería para estrenarme con los alumnos de este curso antes de meternos en la segunda edición del Proyecto Coca-Cola.
Este es el vídeo que he preparado para ellos:
Como puede observarse, la imagen que he adoptado para mi perfil social es un fotograma del vídeo, con un arreglo de la lumninosidad y el color. A los chicos/as les he explicado el proceso en el blog de Transalfabetización que comparto con ellos.
Hola Angel, soy Javi, tu ex-alumno de lenguaje audiovisual, me ha emocionado el video del taller explicándoles la diferencia entre algo, un objeto real y la imagen de esa cosa, me has hecho recordar con nostalgia tu clases en las que tanto aprendí y tanto disfrutaba, cuando nos explicabas lo mismo en el pasado y ahora me he sentido identíficado con los chavales, me parece una manera maravillosa e inteligente de abrirles la mente y hacerles pensar como me pasó a mi en tus clases, aunque antes no teníamos esa pedazo de trucha, jejejeje.
ResponderEliminarGracias, Javier. Hojalá todos hubieran sido como tú. Tu cinefilia posterior ha sido para mí un motivo de admiración del que he aprendido también mucho. Un abrazo.
ResponderEliminar