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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Obama y la comunicación audiovisual


Obama leyendo uno de sus discursos en el teleprompter


Yo quiero un Obama en mi telediario.
El País, 18 nov. 2008

Interesante reportaje en El País sobre la construcción de un mito en los medios. Independientemente del valor de algo, desde un coche a un mensaje político, en la sociedad del espectáculo todo tiene que pasar por los condicionantes que impone el código audiovisual de los medios, donde la seducción y lo emocional priman sobre la racionalidad del discurso.
Más allá de la coherencia y trascendencia del mensaje político de Obama, y de lo que significa que un negro llegue al poder en EE.UU., importa mucho la puesta en escena y el dominio comunicativo del personaje.

Como bien se dice en el reportaje, Obama lee muy bien en el teleprompter los discursos que otros le escriben. Cuando el telepromter falla puede ocurrir lo de esta intervención en Bristol, Virginia, de la que se habla en el reportaje.

Muchos, claro, se quedarán en aquello de que todos tenemos un mal día ( y muchos colegas envidarán el moderno telepromter de la imagen, en lugar de dictar desde un ppt)




Cuando uno lee el reportaje no deja de pensar en lo que se denuncia en el manifiesto recogido en el post anterior: No es precisamente un mérito el desconocimiento de estos recursos comunicativos. Al contrario, su desprecio es perfectamente trasferible a la minusvaloración de una alfabetización audiovisual en la formación de ciudadanos con criterio.