sábado, 27 de febrero de 2010

La publicidad y la perversión de las palabras

Ayer leí con emoción La libertad de hablar, un extraordinario artículo de Emilio Lledó en El País. Venían a reconfortarme del cabreo que me produjeron las palabras de Schank, uno de los gurús de la Red, en una entrevista de Ciberp@ís, minusvalorando la importancia de enseñar filosofía, literatura o historia. Perder el matiz a costa del la costra del estereotipo y el lugar común (sobre el valor de la enseñanza de estas materias) puede llevar al desgaste simplificador de conceptos tan interesantes como el de "aprender haciendo".

Gracias a luismiglesias leí también su post Ser quien eres sobre el último libro de Lledó.

Dice Don Emilio en el artículo (el subrayado es mío):

La "existencia interior", que abre el horizonte de la humanización, es una existencia "lingüística", un universo de palabras, con soles y estrellas. Esos conceptos esenciales de la amistad o la verdad, por ejemplo, que empezaron a decir los seres humanos porque los necesitaban para vivir. Y hay que aprender a vislumbrar, entre las opacidades de la sociedad, las constelaciones de sensibilidad e inteligencia dormidas en el cerebro, y que alumbran si nos han enseñado a encenderlas. (...)

Los residuos de las palabras desactivadas dormitan siempre en el fondo de nuestro ser, y lo peor de ellos es que aparecen de pronto como formas incurables de irracionalidad.
Me acordé entonces de una actividad que desarrollé hace tres veranos con animadores de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez a partir de las luminosas reflexiones del fallecido Luis Sánchez Corral sobre el papel de la publicidad en la crisis de la significación o las palabras pervertidas.

No lo publiqué entonces porque el resultado se pasaba de las 300 diapositivas (y seguramente porque era verano). Ahora lo he vuelto a ver, y compruebo que el tiempo ha puesto más en evidencia la perversión de los conceptos esenciales de los que habla Lledó. Así que me he puesto a la tarea y he preparado una selección de la experiencia dividiéndola en tres ppts.

El ejercicio es muy fácil de llevar a cabo, como se comprobará. Lo importante es enfrentarse previamente a las palabras y expresiones sin ver su infamante perversión por la publicidad. Por eso insisto en verlos y, en su caso, trabajarlos en orden.

Los he subido en ppt abiertos, para que los podáis descargar y adaptar.

Si alguno de vosotros hacéis el ejercicio con sus alumnos, y os animáis a subirlo, os ruego me informéis.

4 comentarios:

  1. Gracias Angel.

    Buenísimo el enlace al blog que ofrece el programa de Canal Sur sobre Emilio Lledó.

    Hay que darlo a conocer, es de lo mejor que he visto en televisión sobre enseñanza pública.

    Un saludo.

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  2. Realmente me ha impresionado saborear primero las palabras; ver luego las imágenes asociadas a ellas en la segunda presentación.... Y por último, verlas en su contexto real, dentro del mensaje publicitario.

    Las asociaciones vocablos-imágenes que hace la publicidad dan escalofríos...

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  3. Se aspira a que los únicos que enseñen lengua sean los padres y la tele, que esos saben hablar y se comunican (sin comentarios).
    Un post ciertamente trabajado.
    Un saludo.
    No puedo hablar más, porque sobre esto escribí hace poco.

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  4. Gracias, amigos. Como bien señala Lledó, la educación es algo que trasciende la escuela. Están claro que no debemos educar sin contar con los padres y sin tener en cuenta los medios. Y, por supuesto, la alfabetización no puede reducirse a la mecánica lecto-escritora. Es también necesaria una alfabetización mediática. Creo que la actividad que he expuesto lo demuestra sobradamente.

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