Las imágenes pertenecen al grueso folleto de 86 pgs. enviado a nuestro Instituto el curso pasado. Me lo pasó mi compañera Montse, profesora de Lengua.
Ya te habrás dado cuenta de las faltas ortográficas presentes en un manual como éste. Puedes verlo mejor en estas ampliaciones:
Pero no nos escandalicemos demasiado, pues seguramente se deben a la negligencia del maquetador y al poco cuidado en la revisión final. Los que hacemos revistas escolares sabemos mucho de esto.
Mucho más grave resulta :
- la total ausencia de autoría. Ni rastro de los autores, seguramente unos bienintencionados colegas que han vendido su alma por algo más que unos refrescos. Coca Cola fagocita así la propiedad intelectual y se convierte directamente en el autor-educador que se equipara con la escuela como "agente promotor de salud".
- La sutil y descarada manipulación de objetivos, contenidos y actividades que se proponen en el cuadernillo, como veremos después. Es posible que, como propietarios intelectuales del documento, hayan tirado de tijera y goma para evitar problemas y contradicciones con el objetivo oculto.
- El respaldo institucional del Ministerio de Sanidad y Consumo. Con su logotipo oficial está certificando la bondad de lo que no es más que una estrategia para abrir brechas por las que colarse en la escuela como lobos disfrazados de mansos corderos. Se parecen mucho a nuestros Inspectores cuando se quedan tan contentos al ver en una Programación que cada cosa (objetivos, contenidos, criterios de evaluación...) está en su sitio. Penoso.
Me he leído con cierto detalle esta pretendida Unidad Didáctica y, a efectos del objetivo de este post, destacaré los siguientes detalles:
- Ausencia total de cualquier referencia al agua como bebida saludable a lo largo de toda la unidad. Al parecer, no forma parte de una alimentación saludable. Sólo cabe hablar, y muy poco, por si las moscas, de los refrescos.
- Admitiendo que "la obesidad infantil es un trastorno nutricional cada vez más frecuente" y que "la obesidad y el sobrepeso se han convertido en uno de los principales problemas de salud pública" (pg. 28), a la hora de valorar el consumo de refrescos se desmarca de la prevención de los dulces y las grasas con lo siguiente:
- "Refrescos
- Situación actual: Variedad de aportes calóricos y de vitaminas y minerales.
- Recomendaciones: Seleccionar el que mejor se adapte a las necesidades nutricionales, tanto en situaciones normales como de alta actividad física." (pg. 45) (ninguna alusión, insisto, a la bebida de agua).
- En el apartado "Una escuela ecológica", se dedican 2 páginas (67-68) a "medidas concretas... para aportar nuestro granito de arena". Pues bien: ninguna alusión al reciclado de latas. Al parecer, en el contenedor amarillo sólo se depositan plásticos. Curioso.
- Se habla mucho de "normas", "responsabilidad", "educación en valores", pero no existe ninguna alusión al necesario espíritu crítico respecto a la publicidad y el consumismo en "los cambios en la alimentación y los nuevos estilos de vida y ocio"(pg 28).
- A nivel visual, el folleto utiliza un logrado disfraz camaleónico para evitar el rechazo de los profesores si el móvil comercial es descarado. Por eso abandonan en la portada su inseparable color rojo, dando paso a los azules y el blanco, más asociados al juicio y la reflexión. Sólo se permiten meter discretamente la cuña del "cumple tu sueño" a la sombra de una respetable "Fundación".
- Aquí seguimos, "cumpliendo 47 añitos con orgullo" en la tenaz tarea de cambiar los hábitos alimenticios de los españoles.
- Tratando, como siempre, de "agradeceros" la colaboración en esta interesada tarea comercial.
- Tenemos claro que "sin vosotros y vuestro apoyo" ingenuo y bienintencionado no podríamos habernos introducido en las escuelas.
- Conseguimos así que contribuyáis con nosotros a difundir el "estilo de vida" consumista y poco saludable que transmitimos a través de nuestra interesada publicidad.
- Somos conscientes de que es en la adolescencia cuando tenemos que hacer clientes, pues es cuando se generan un "conjunto de expectativas cambiantes" que "influirán notablemente en las decisiones conductuales que debe tomar en relación con su salud y sus hábitos de vida".
- Por eso estamos muy interesados, y gastaremos lo que haga falta, en esa "lluvia fina que poco a poco va calando en ellos" para conseguir que asocien acríticamente nuestra bebida a una "alimentación saludable", y rechacen de paso las informaciones de organizaciones e instituciones de la salud cuando aportan datos bien contrastados del papel de las bebidas gaseosas en la obesidad infantil y otros problemas de salud.
Confieso que pude haber preparado este post hace casi un año, pero lo fui dejando. Sólo cuando dedicamos a estos folletos disfrazados de buenas intenciones la atención crítica que merecen, aprendemos a valorar su persistente carácter tóxico. Estaremos entonces actuando como verdaderos educadores de ciudadanos.
Como esto se alarga mucho, continuaremos en el siguiente post. En él daremos más argumentos para seguir preguntándonos si podemos quedarnos tan ricamente en la dimensión instrumental de la alfabetización, y si no debemos ir un poco más allá. Coca-Cola, ahora sí, nos ayudará mucho en el empeño.
Será una lástima: no querrán comprarnos con ninguno de sus premios y nos quedaremos sin los paquetes de refrescos que nos mandan a los colegios e institutos.